jueves, 26 de noviembre de 2009

LOS LOCOS SOMOS OTRO COSMOS

A últimas fechas su sátiro Satanás no ha podido escribirles ya que he estado muy ocupado con varias almas que han llegado por acá con pecadillos medio complejos y a ciencia cierta no sé en qué sección del infierno clasificar. Sin embargo, para que no crean que les he olvidado, les hago entrega del cuento de la "o" para que mientras se entretengan practicando trabalenguas.


Otto colocó los shocks. Rodolfo mostró los ojos con horror: dos globos rojos, torvos, con poco fósforo como bolsos fofos; combó los hombros, sollozó: "No doctor, no... loco no..." Sor Socorro lo frotó con yodo: "Pon flojos los codos -rogó-, ponlos como yo. Nosotros no somos ogros." Sor Flor tomó los mohosos polos color corcho ocroso; con gozo comprobó los shocks con los focos: los tronó, brotó polvo con ozono. Rodolfo oró, lloró con dolor: "No doctor Otto, shocks no..." Sor Socorro con monótono rostro colocó los pomos: ocho con formol, dos con bromo, otros con cloro. Rodolfo los nombró doctos, colosos, con dolorosos tonos los honró. Como no los colmó, los provocó: "Son sólo orcos, zorros, lobos. ¡Monos roñosos!" Sor Flor, con frondoso dorso, lo tomó por los hombros; sor Socorro lo coronó como robot con hosco gorro con plomos. Rodolfo con fogoso horror dobló los codos, forzó todos los poros, chocó con los pomos, los volcó; soltó tosco trompón, sor Socorro rodó como tronco. "¡Pronto, doctor Otto! -convocó sor Flor-. ¡Pronto con cloroformo! ¡Yo lo cojo!..." Rodolfo, lloroso con mocos, los confrontó como toro bronco; tomó rojo pomo, gordo como porrón. Sor Flor sonó como gong, rodó como trompo, zozobró.
Otto, solo con Rodolfo, rogó como follón, rogó con dolo: "Rodolfo... don Rodolfo, yo lo conozco... como doctor no gozo con los shocks; son lo forzoso. Los propongo con hondo dolor... Yo lloro por todos los locos, con shocks los compongo...
-No, doctor. No -sopló ronco Rodolfo-. Los shocks no son modos. Los locos no somos pollos. Los shocks son como hornos; son potros con motor, sonoros como coros o como cornos... No, doctor Otto, los shocks no son forzosos, son sólo poco costosos, son lo cómodo, lo no moroso, lo pronto... Doctor, los locos sólo somos otro cosmos, con otros otoños, con otro sol. No somos lo morboso; sólo somos lo otro, lo no ortodoxo. Otro horóscopo nos tocó, otro polvo nos formó los ojos, como formó los olmos o los osos o los chopos o los hongos. Todos somos colonos, sólo colonos. Nosotros somos los locos, otros son loros, otros, topos o zoólogos o, como vosotros, ontólogos. Yo no los compongo con shocks, no los troncho, no los rompo, no los normo...
Rodolfo monologó con honroso modo: probó, comprobó, cómo los locos sólo son lo otro. Otto, sordo como todo ortodoxo, no lo oyó, lo tomó por tonto; trocó todos los pros, los borró; sólo lo soportó por follón: obró con dolo. Rodolfo no lo notó. Otto rondó los pomos, tomó dos con cloroformo, como molotovs los botó. Rodolfo con los ojos rotos mostró los rojos hombros; notó poco dolor, borrosos los contornos, gordos los codos; flotó. Con horroroso torzón rodó con hondo sopor. Rodolfo soñó. Soñó con rocs, con blondos gnomos, con pomposos tronos, con pozos con oro, con foros boscosos con olorosos lotos. Todo lo tocó: los olmos con cocos, los conos con oporto rojo, los bongós con tonos como Fox Trot.
Otto lo forró con tosco cordón, lo sofocó. Rodolfo sólo roncó. Sor Socorro tornó con poco color. Sor Flor con bochorno tomó ron: "Oh, doctor -lloró-, oh, oh, nos dobló con sonoro trompón." Otto contó cómo lo controló.
-Otto, pospón los shocks -rogó sor Socorro.
-No, no los pospongo. Loco o no, yo lo jodo. No soporto los rollos... Pronto, ponlo con gorro.-¿Cómo, doctor -notó sor Flor-, ocho volts?
-No, no sólo ocho. ¡Todos los volts! Yo no sólo drogo, yo domo... Lo domo o lo corrompo como bonzo.
-¡Oh no, doctor Otto!, como bonzo no.
-¡Cómo no, sor Socorro! Nosotros no somos tórtolos o mocosos; somos los doctos... ¡Ojo, sor Socorro! No soporto los complots...
Otto con morbo soltó todos los volts, los prolongó con gozo. Sor Socorro con sonrojo sollozó. Sor Flor oró por Rodolfo. Rodolfo roló como mono, tronó como mosco. Otto lo nombró: "Don gorgojo", "loco roñoso", "golfo". Rodolfo zozobró con sonso momo. Otto cortó los shocks.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Sin discusión

Todo se construye desde el entendimiento y todo se destruye desde el enfrentamiento. Los intereses, amores, culturas, dioses y banderas que a unos les sirven para unirse, otros los convierten en motivo fundamental para enfrentarse. Así empezó el mundo. Así continua.

Nos enseñaron a hablar, a comer, a caminar. Nos enseñaron matemáticas, gramática, geografía. Nos enseñaron muchas cosas. Pero nadie nos enseñó a enfrentar y resolver un desacuerdo. Nadie nos enseñó a discutir.

Educados desde un dirigismo intelectual, moral y político, no fuimos adiestrados en saber adoptar la menor elasticidad cerebral para entender, desde un mínimo respeto, otras ideas que no fueran oficialmente implementadas en nuestra parcela geográfica. Los programadores de la sociedad siempre tratan de dirigir nuestras vidas con el exclusivo fin de potenciar las suyas, porque las ideologias además de poder les dan de comer.

Disentir es lo más lógico del mundo. Saber escuchar desde el respeto mutuo cambia la óptica de los cerebros proque amplian contrastes, horizontes, visiones y ambiciones. Saber que no hay una sola verdad y aceptar que cada uno tiene todo el derecho a la suya es el principio del respeto, esa limpia atmósfera en la que se anudan los entendimientos.

Cuando el portazo releva a la voz, el puño el argumento y la bomba al diálogo, todos pierden.

La discusión civilizada es la forma menos incivilizada de disentir.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

MIMÍ SIN BIKINI

EL CUENTO DE LA i:

Insistir, Crispin?... Mi visir, mi bichín, mi cid: si sin ti viví dificil.Chipichipi sinfin: crisis y crisis: bilis, rinitis, tisis. (Snif, snif)...¡Fingir!, ¿Fingir mis crisis?... ¿Ni tisis, ni rinitis, ni bilis?¡Sífilis!... ¡Cistitis!... ¡Sífilis, Crispin!... ¿Infingir mi civil vivir?,¿crispir mi hipil?...Si sin ti, ni vi films.Viví gris sin brindis ni picnics...Si inhibí mi ji ji y vi mi fin...Si, Crispin, vi mi fin y mi tris...¡Vil! ¡Vil Crispin!... ¿Mi Flirt?, ¿Dirigir mi bici sin bikini? Mil jipis,mil lics y Mimi sin bikini!...¡Incivil! Si ni dirigí mi bici... (Snif, snif)Sin ti, vi mi I Ching y viví mi crisis gris gris, sin vid ni bisbis nichinchin ni lizt.¡Crispin! ¡Crispin! ¡Mi crin! ¡Mi tisis!... (¡Chin! ¡Chin! ¡Chin! ¡Pin!...Snif, snif. ¡Chin! ¡Iiiih! ¡Christ! Chin!)¡Crispin! ¡Plis! (Snif, snif) Plis, ¡Plis Crispin! ¡Si! ...Si, mi Crispin...Si si mi michi, si...(Snif, snif) Si, si Crispin, incindi... si si, ni crisis ni bilis;sifilis si (Snif, snif) y cistitis... Di mi lid, di mi lid y... dimití...Si di... di mi sillín; sin iris di mi si... y sin bikini di mi vil si.¿Si insisti?... Si.Philip, Gil, Billy y mil jipis.. (Chin! Chin! Ijjj!¡Hip! snif, snif)¡Mi tic, Crispin! ¡Mi tic!... Sin ti mi cid chic, mi viril simil, di mis... (¡Chin! ¡Chin!)Plis, Crispin, ¡Plis! (Snif, snif)Si, si... fingí filili y tisis, y vil inscribi mi: "Miss Mimi dividí sin bikini in this city".Si, imprimí mi listín y viví vigil. (Snif, snif)Si, mis mil.Si, sin bikini, mil.¿Ir?... ¿Insistir, Crispin?¿Mimi sin bikini y Crispin mi ministril? ¿Mi Rintintin?¿Dividir mi din?... ¿Mil y mil? ¡Ni pimpi, Crispin, ni pimpi!(¡Chin! ¡Pin! ¡Chin! ¡Chin! ¡Crij. Crij. Chin! ¡Chin! ¡Iiij! Hip. Snif, snif)¡Mi fin!... ¡Mi fin!... (¡Pin! ¡Pin! ¡Chin!Si, ¡Crispin! ¡Si!... ¿Y mi cistitis? ¿Mi sífilis?... (Chin! Chin!)Si Crispin, si mil y mil. (Snif, snif)Si si, sin hipil y sin bikini...mitin y bici si si, y fingir y chist.... (Snif, snif)Si mi visir, si mi pillin, si...

viernes, 13 de noviembre de 2009

EL HEREJE REBELDE

para aquellos que gustan de jugar con las palabras, aquí hago entrega del cuento de la "E":

Desde el estrés del Jefe el edén decrece, el excedente le pertenece, se ejercen leyes dementes, se debe beber detergente en vez de leche, ser pelele, ser pedestre, ser deferente; es menester entretenerse en tejer redes, en prender rebeldes. En el este, trece rehenes perecen de sed; en el frente fenecen de herpes, de peste. El edén ennegrece, se pretende reprender herejes, perderles.
-¡Eh, Esther, ven!, relee el deber. El jefe se excede.
-¿Preves el tren del semestre?...
Me enteré del brete de gente decente en el este: nenes, bebés perecen. El clemente es el Hereje Rebelde: desprende el ente del crecer, mete el entender, cede excelentes mercedes. El Rebelde merece el belvedere…
-Esther, eres efervescente. Ten en mente el menester del Jefe, es rete vehemente, de repente crece, reverdece, expele seres…
-Ese vejete me prende. Es jefe, regente, gerente. Perennemente deberes: “llévenme el neceser”, “llénenme de peces”, “repten”, “trepen”, “dejen de verme”, “récenme preces”, “enderécense”, “respétenme”, “festéjenme”, “perseveren”, “refrénense”, “esperen”, “vegeten”, “déjense”. Se cree el Ser, el Tres Reyes; es el jején del edén.
-¡Esther! ¡Detente! ¿Pretendes descreer de Él?
-¡Efrén, temerle es endeblez! ¡El presente debe ser del Rebelde! Él es terrestre, es el envés del Jefe. De él es ese “dejen de depender”, ese “mézclense”, ese “bésense”, ese “deséense”. El entender debe extenderse.
-¡Esther, se te mete el Rebelde!
-¡Emerge Efrén!, eres decente. Despréndete de ese pelele, es memez de bebel. Ve de frente, mereces se te respete, se te deje beber, expeler semen, tenderte en el césped. Mereces se te revele el ser del éter celeste, se te eleve, se te deje emprender. El emprender es el eje del entender…
-Efrén se mece: es el deber del Jefe enfrente del descreer rebelde; teme le desherede, le eche del edén, le fleten de res, le llenen de herretes; Esther le embebe, se mete en él, le vence: “Tenerme en el césped… tenerme trece veces… excederte… es… es… excelente Efrén”.
De repente el éter emerge del celeste Jefe: “¡Ejem! ¡Dejen de entenebrecerme, seres febles! ¡vermes! Refléjenme, venérenme, échense, desesperen. Les generé de heces en el retrete del desdén, les presté el verde edén. Les exenté de fenecer. Les estrellé el éter. Les enderecé el pesebre. Les enseñé el deber… ¡Me entenebrecen, seres herejes, les perderé! ¡Recelen! Efrén, desde este mes debes merecer el jerez. Te meteré vehemente sed. Este deber te merme, te reste, te cercene… Esther, eres gente terrestre, plebe de rebelde, te he de vencer. Desde el belem, Efrén te despeche, te cele, te frene…”
El Jefe les expele, les mete reveses dementes, el eje del edén cede, el templete se estremece, el verde se desprende, se ennegrece el vergel. Se les ve perder el esplendente ser: Esther envejece, Efrén precede. El brete es de meses, de repente entrevé en el célere presente, encenderse el éter: es el Rebelde.

martes, 10 de noviembre de 2009

CANTATA A SATANÁS

Aunque no tengo un gran club de admiradores, siempre hay alguien que me dedica algunas de sus palabras, lo cual agradezco, pues sin ellos no tendría la misma difusión, así que para muestra basta un botón, se trata del magnífico cuento Cantata a Satanás, perteneciente a la obra "Las Vocales Malditas":
Abraham amaba a Sara cada mañana clara: pasaba la manaza, arañaba la lana, arrancaba la bata, la abrazaba; clavaba las garras hasta matarla. Sara atarantada, callaba harta. Abraham la cansaba. "Ya nada habrá," (mascaba tras la sábana), ama a la mala; ataca, aplasta, brama. Abraham acababa, apartaba la cara, jamás apagaba la flama a Sara, gran dama avasallada; daba palmadas a la santa, la llamaba "alma"; mas jamás la agradaba. Fracasaba la casa blanca, la sagrada paz.Sara maltrataba a Abraham: "¿Habrá raza más mala para la cama?", ladraba.Abraham agarraba la garganta a la casta casada, la arrastraba a la sala. Sara sacaba las palabras más bravas, las dagas pasmaban la faz al papanatas. La batalla avanzaba hasta alarmar a Satanás: "!Sarna! !Alacrán fatal!" ...bramaba Abraham. "!Can! !Patán anal!" balaba Sara.Mas avanzada la mañana, para hallar más armas, arrasaban la casa, a la par lanzaban lámparas, tazas, navajas hasta sangrar. Para acabar la tanda, las almas atacaban. Las bravatas, tragaban carcajadas amargas, ataban máscaras aplacadas a la cara. "¡Anda haragán, a trabajar para ganar la plata!", cantaba avara Sara, amarrada a la más vana maldad: mandar para calmar la falta, agachar al canalla, calar más.Abraham, fantasmal facha, agarra la pala, zafa la aldaba, baja a la calzada, pasa la barranca hasta hallar la cabaña. Allá pagaban tan mal. Mas Abraham cargaba las trancas más anchas, alzaba las bardas más altas, amasaba argamasa, clavaba tablas, trazaba largas zanjas. Trabajaba hasta abaratar la paga. Magna tranza. Tan gran afán para nada, la grasa baña las barbas a Abraham; mas la talla, nada más agranda la panza al capataz.Sara ajada, más flaca cada mañana, lavaba la casa: arrancaba a las sábanas manchas, canas, caspa; al alzar la sala hallaba cáscaras, naranjas, tazas rajadas, latas achatadas. Asaba papas, adaptaba las aspas para machacar calabazas, aplanaba la masa, la salaba. Al planchar las maltratadas faldas aplastaba arañas, raspaba las manchadas bragas.Mataba ratas para acabar la plaga. "Abraham --habla Sara--- jamás arma las trampas. Las ratas a manadas traspasan la alambrada, a tarascadas atacan las patas a la cama, tragan la pasta... ¡Ah, malvada parca! Basta ya, basta ya. Nada salvará a Sara. Nada. Nada." Jamás manaban al trabajar gratas palabras.Cansada, harta, la gran dama nada amaba. Masacrar a las ratas. Matar a Abraham tramaba. Más apagada, blanda, lanzada al drama, nada hallaba para marchar a la paz, acabar la maraña, traspasar tanta trastada, dar mañas al plan.Sara bajaba a la plaza, andaba al altar, llamaba para aval a Satanás, trazaba rara cábala. Las campanas acallaban las palabras; mas daban alas para pactar. Sara bramaba: "¿Valdrán las afamadas almas tanta mala pasada?" Satán tardaba para cazar más barata a Sara, para lanzarla al mar. La amargada dama avanzaba más gradas; para jalar la balanza alzaba las palmas, aclaraba la ganga: "Vas a ganar --clamaba--, vas a ganar."A tanta llamada, Satanás da la cara; alarga la gran carta. Sara la agarra; la halla banal, payasa, larga; mas labra la palabra "Sara" para agradar a Satanás. La Gran Cabra atrapa la carta, la lacra; saca la caja, alza la tapa, saltan salamandras, da a Sara la bala para sanar: "Marcha a la carpa --manda--, allá hallarás blanda paja, gran galán para la carnal falta."Sara arranca a la plaza, va a la casa a amarrar la faja para bajar la panza; va a lavar las lagañas, la mala facha para amar al galán. Saca alpaca, aparta sayal, agarra la canasta. "A la carga," canta. Va a la carpa; al pasar arrabal halla a la banda ATLA's HAMPA. La Llaman: "¡Acá, chaparra!" "¡Ancla las patas, pásalas!" "¿Vas al jacal, chata?" Sara, la cara grana, avanza a zancadas, va más atrabancada. Atrás la banda la aclama.Sara halla a Baltazar. Charlan: "Ah... ¿Satanás manda?" "Ajá". Pasan a la cámara, atrancan la chapa, tragan pasas, alzan la garrafa, danzan. Baltazar saca a Sara la capa, la falda, las mallas. Apagan la lámpara, aplastan la manta, acatan la carta: gran cascada, gran catarata. Alta parvada, sacras arpas."!Baltazar!" "!Sara!" (Caravana malva, gas nácar.) "!Bárbara Sara!" "!Cabal Baltazar!"Baltazar halaga a Sara, da alhajas, ámbar, ágatas; la abraza, la llama "hada"; saca la palangana, la baña. Baltazar la ama.Abraham trabajaba. Al acabar la zanja va al bar. Jala la banca, agarra la jarra, parla nasal al capataz: "!Vaya acanalada!, hasta la pala gasta.""Bah, tamaña pala para arar... Pasa la caña" "Allá va." "Ah..."Abraham baja la cara a la manga. Pasa a la chava." Abraham agarra la chanza: "Ah... ¿la arrastrada? Nada más ladra... Mañana, zás." "Pásala.""¿A la amarga Sara? Ya vas..." "¿Vas a casa?" "Jamás." Abraham más capataz arman la parranda, claman: "Más jarras, más."Acabada la hazaña, Sara apalabra a Baltazar. Van a la casa blanca. hallan acampada a la banda ATLA's HAMPA tras la barranca; Sara va amparada: la banda calla. Baltazar carga la canasta a Sara. Alcanzan la calzada, pasan la casa. Hallan a Abraham hasta atrás, mala cara, faz astada."Ah, malvada --brama--, chacal para bacanal." Abraham alza la pala. Sara salta para atrás. Baltazar avanza: "!Calma gañan! Abraham saca larga daga. Satanás atrasa a Baltazar, da armas. Salta la bala. Mata a Abraham. Las babas atascan las palabras. Abraham va al más allá. Sara calma a Baltazar. Cavan gran zanja a la sala para lanzar al carcamal. Sara alaba la talla a Baltazar. Van a la cama, jalan la manta. La mañana aclara las gargantas, cantan, danzan. Baltazar abraza a Sara: "Amada hada," la llama.
Reciban un caluroso abrazo de El Sátiro Satanás.