GUERRA DE MARKETING

JA JA JA JI JI JI. Con el manejo de humor negro en fe de ratas he reido tanto por el ingenio del escrito como por la ingenuidad de mis competidores, así que esto me exige dejar mis satánicas labores, soltar por unos momentos el tridente y hacer las siguientes reflexiones:

A) Los empleados de la iglesia caòtica, perdón, católica, están perdiendo el estilo, ya que sin el menor pudor, lejos de criticar los mecanismos que se supone sólo emplea el diablo, o sea yo, ahora resulta que los utilizan con tal de ganar adeptos y eso me parece que se denomina "competencia desleal", porque si bien es cierto que estamos inmersos en el mar de la libre competencia, no creo que a mi ancestral y celeste adversario le agrade mucho que los hombres de los faldones recurran a tales prácticas con tal de incitar a la gente a recobrar la fe; yo creo que les vendría mejor hacer una limpieza profunda en su empresa, pues de nada servirán sus pantallas de 50 pulgadas, que por otra parte son obsoletas comparadas con las pantallototas de 100 metros de largo que el gobierno mexicano usará para "inyectar" (como si esa fuera posible) a los ciudadanos el amor por su patria, en un desesperado afán de conmemorar el bicentenario de la independencia, rodeado el presidente de candorosos y felices mexicanos ondeando banderitas tricolores y cantando el himno nacional, mientras juegan a que en México no hay corrupción, ni falta de empleos, ni contaminación ambiental, ni narcotráfico ni tantas cosas más que a muchos mexicas les avergüenzan profundamente. Hecha mi catarsis... continúo.

B) Su servidor, el Sátiro Satanás, está a punto de exigir a las autoridades correspondientes, investiguen por qué estos decarados amiguitos están usando el 666 con fines propagandísticos a su favor, pues les recuerdo que desde hace muchos siglos, este número es una marca registrada a favor de mi cabruna persona; sólo piensen tantito: yo jamás uso para reir el jo jo jo , respetando la patente de exclusividad que consiguieron para su panzón Santa Claus.

C) Si de novedades de marketing se trata, en el infierno también ponemos ofertas para convencer a los mortales de que inclinen la balanza de sus preferencias de nuestro lado.

• Por cada centenar de pecados, de esos peliagudos, obsequiaremos dos viajes todo pagado a Sudáfrica; si estos pecados incluyen la concuspiscencia y la gula que son mis favoritos, entonces se llevarán una camiseta mundialista del país de su preferencia con el 666 grabado y una imagen del Sátiro haciendo la Britney senal.
• Si los pecadores se arrepienten de confesar sus pecados ya estando frente al cura y se alejan, con gran placer les regalaré una dotación de condones colorados con una decorativa llamarada amarilla.
• Como promoción especial haremos grandes concesiones a grupos distinguidos por su labor maléfica, ejemplo: la ETA, los zetas, partídos políticos ultras, cárteles de las drogas y todo aquel grupo que tenga como lema la corrupción. Entre otras cosillas ganarán un viaje con duración de 2 semanas al Averno sin necesidad de estar muertos, el único objeto es que vengan a disfrutar de todas las diversiones que les esperan en mi cálido recinto al momento de fenecer, momento en el cual serán recibidos por curvilíneas y rojizas edecanes, con enorme y simpática colita , quienes les calentarán a su gusto mientras se despojan de minúscula tanga.

Y ya no pongo más ofertas porque no lo necesito, ya que no es por presumirles, pero con el bendito, perdón, por el maldito invento de las páginas porno, tengo una infinidad de seguidores que pecan a cada momento sin ningún complejo de culpa y todos los días disfrutan gustosos de la zoofilia, el intercambio de parejas, pedofilia y otras filias más. Con decirles que muchos sacerdotes se encuentran en las filas de mis más asiduos clientes, así que haber quién gana... porque figúrense que hasta en el partido final del campeonato de fútbol mexicano, en el cual se enfrentaron el "Santos" de Monterrey y los "Diablos" de Toluca, se coronaron estos últimos como campeones, así que haber de a cómo nos toca...

Fe de ratas

Señores, la empresa va mal. Este año, los resultados son realmente dramáticos, para qué nos vamos a engañar. Los ingresos por aportaciones de socios han ido menguando hasta el punto de que a duras penas podemos mantener nuestras modestas delegaciones provinciales ni, si me apuras, las sucursales locales de que ellas dependen. Es más, los nuevos socios son cada vez de mayor edad, casi todos jubilados, con el correspondiente descenso en su poder adquisitivo medio. Y eso afecta a nuestra cuenta de resultados.

La frecuencia de asistencia a nuestros actos ha caído hasta mínimos históricos. Si hace apenas seis siglos el socio acudía 3,5 veces por semana, hoy este indicador no llega al 0,2. Y recordemos que, según los estatutos fundacionales, el socio tiene la obligación explícita de acudir por lo menos una vez cada siete días, preferiblemente en domingo.

El único dato que nos mantiene a salvo son los enlaces entre socios, que siguen aumentando, gracias a las películas americanas con final feliz y a ese maravilloso y herético invento llamado divorcio, que ha dado pie a una rentabilísima oleada de nulidades matrimoniales y vueltas a empezar.

De todos modos, nuestra Dirección General tiene cada vez más problemas en mantener un patrimonio y un nivel de vida que, por sencillos que parezcan, también necesitan actualizaciones, revisiones y ampliaciones.

Si a esto añadimos el decremento en ingresos por declaraciones de renta, las infundadísimas denuncias por devaneos con menores contra algunos directores regionales y el auge del yoga y el pilates como nuevas formas de ver el mundo, entenderán que ya no podemos seguir comerciando con la Vida Eterna de la forma en que veníamos haciéndolo hasta ahora. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Y hay que hacerlo ya.

Hay que captar al público joven. Misas en latín, si, que mola más, pero también sacramentos por chat, catecismos punto com, hostias sin azúcar, agua bendita antiespinillas, confesiones por sms enviando PECADO espacio NOMBRE y tu tipo de pecado al 666, y el videojuego para todas las consolas Heaven raiser-Believe or die, son algunas de las medidas extraordinarias que pondremos en marcha durante el transcurso del próximo año del Señor.

Además, hay que amortizar nuestro merchandising. A partir de ya, la cruz, nuestra cruz, llevará asociados, a su izquierda, el símbolo de Copyright, y a su derecha, el de Trade Mark, en sustitución de aquellos moribundos ladrones de los cuales al fin y al cabo nadie obtiene beneficio.

Y para terminar, con la intención de incentivar la asistencia a la tienda, instalaremos plasmas de 50 pulgadas detrás de todos y cada uno de los altares, emitiendo las 24 horas. Durante el día, un reality de humor, conectando en directo con la vida de los personajes que estén siendo propuestos para su beatificación, tales como Bill Gates o Bono de U2. Así la gente podrá ser testigo de sus milagros y votar al favorito. También un talk show bien polémico sobre todo aquello que condenamos: los condones, la homosexualidad, el aborto, la masturbación, la eutanasia y cualquier otro tema del que a la larga acabemos sacando tajada. Por la noche, el Teleenmienda, con ofertas quincenales de cilicios, flagelos y escapularios, apúrese que son sólo hasta fin de mes.

Y por las tardes las emisiones estarán reservadas para el partido del domingo, los diálogos de Woody Allen, el sexo en grupo, o cualquier otra disciplina que consiga lo que nuestra empresa ya no es capaz de conseguir: Devolver la fe.