martes, 10 de noviembre de 2009

CANTATA A SATANÁS

Aunque no tengo un gran club de admiradores, siempre hay alguien que me dedica algunas de sus palabras, lo cual agradezco, pues sin ellos no tendría la misma difusión, así que para muestra basta un botón, se trata del magnífico cuento Cantata a Satanás, perteneciente a la obra "Las Vocales Malditas":
Abraham amaba a Sara cada mañana clara: pasaba la manaza, arañaba la lana, arrancaba la bata, la abrazaba; clavaba las garras hasta matarla. Sara atarantada, callaba harta. Abraham la cansaba. "Ya nada habrá," (mascaba tras la sábana), ama a la mala; ataca, aplasta, brama. Abraham acababa, apartaba la cara, jamás apagaba la flama a Sara, gran dama avasallada; daba palmadas a la santa, la llamaba "alma"; mas jamás la agradaba. Fracasaba la casa blanca, la sagrada paz.Sara maltrataba a Abraham: "¿Habrá raza más mala para la cama?", ladraba.Abraham agarraba la garganta a la casta casada, la arrastraba a la sala. Sara sacaba las palabras más bravas, las dagas pasmaban la faz al papanatas. La batalla avanzaba hasta alarmar a Satanás: "!Sarna! !Alacrán fatal!" ...bramaba Abraham. "!Can! !Patán anal!" balaba Sara.Mas avanzada la mañana, para hallar más armas, arrasaban la casa, a la par lanzaban lámparas, tazas, navajas hasta sangrar. Para acabar la tanda, las almas atacaban. Las bravatas, tragaban carcajadas amargas, ataban máscaras aplacadas a la cara. "¡Anda haragán, a trabajar para ganar la plata!", cantaba avara Sara, amarrada a la más vana maldad: mandar para calmar la falta, agachar al canalla, calar más.Abraham, fantasmal facha, agarra la pala, zafa la aldaba, baja a la calzada, pasa la barranca hasta hallar la cabaña. Allá pagaban tan mal. Mas Abraham cargaba las trancas más anchas, alzaba las bardas más altas, amasaba argamasa, clavaba tablas, trazaba largas zanjas. Trabajaba hasta abaratar la paga. Magna tranza. Tan gran afán para nada, la grasa baña las barbas a Abraham; mas la talla, nada más agranda la panza al capataz.Sara ajada, más flaca cada mañana, lavaba la casa: arrancaba a las sábanas manchas, canas, caspa; al alzar la sala hallaba cáscaras, naranjas, tazas rajadas, latas achatadas. Asaba papas, adaptaba las aspas para machacar calabazas, aplanaba la masa, la salaba. Al planchar las maltratadas faldas aplastaba arañas, raspaba las manchadas bragas.Mataba ratas para acabar la plaga. "Abraham --habla Sara--- jamás arma las trampas. Las ratas a manadas traspasan la alambrada, a tarascadas atacan las patas a la cama, tragan la pasta... ¡Ah, malvada parca! Basta ya, basta ya. Nada salvará a Sara. Nada. Nada." Jamás manaban al trabajar gratas palabras.Cansada, harta, la gran dama nada amaba. Masacrar a las ratas. Matar a Abraham tramaba. Más apagada, blanda, lanzada al drama, nada hallaba para marchar a la paz, acabar la maraña, traspasar tanta trastada, dar mañas al plan.Sara bajaba a la plaza, andaba al altar, llamaba para aval a Satanás, trazaba rara cábala. Las campanas acallaban las palabras; mas daban alas para pactar. Sara bramaba: "¿Valdrán las afamadas almas tanta mala pasada?" Satán tardaba para cazar más barata a Sara, para lanzarla al mar. La amargada dama avanzaba más gradas; para jalar la balanza alzaba las palmas, aclaraba la ganga: "Vas a ganar --clamaba--, vas a ganar."A tanta llamada, Satanás da la cara; alarga la gran carta. Sara la agarra; la halla banal, payasa, larga; mas labra la palabra "Sara" para agradar a Satanás. La Gran Cabra atrapa la carta, la lacra; saca la caja, alza la tapa, saltan salamandras, da a Sara la bala para sanar: "Marcha a la carpa --manda--, allá hallarás blanda paja, gran galán para la carnal falta."Sara arranca a la plaza, va a la casa a amarrar la faja para bajar la panza; va a lavar las lagañas, la mala facha para amar al galán. Saca alpaca, aparta sayal, agarra la canasta. "A la carga," canta. Va a la carpa; al pasar arrabal halla a la banda ATLA's HAMPA. La Llaman: "¡Acá, chaparra!" "¡Ancla las patas, pásalas!" "¿Vas al jacal, chata?" Sara, la cara grana, avanza a zancadas, va más atrabancada. Atrás la banda la aclama.Sara halla a Baltazar. Charlan: "Ah... ¿Satanás manda?" "Ajá". Pasan a la cámara, atrancan la chapa, tragan pasas, alzan la garrafa, danzan. Baltazar saca a Sara la capa, la falda, las mallas. Apagan la lámpara, aplastan la manta, acatan la carta: gran cascada, gran catarata. Alta parvada, sacras arpas."!Baltazar!" "!Sara!" (Caravana malva, gas nácar.) "!Bárbara Sara!" "!Cabal Baltazar!"Baltazar halaga a Sara, da alhajas, ámbar, ágatas; la abraza, la llama "hada"; saca la palangana, la baña. Baltazar la ama.Abraham trabajaba. Al acabar la zanja va al bar. Jala la banca, agarra la jarra, parla nasal al capataz: "!Vaya acanalada!, hasta la pala gasta.""Bah, tamaña pala para arar... Pasa la caña" "Allá va." "Ah..."Abraham baja la cara a la manga. Pasa a la chava." Abraham agarra la chanza: "Ah... ¿la arrastrada? Nada más ladra... Mañana, zás." "Pásala.""¿A la amarga Sara? Ya vas..." "¿Vas a casa?" "Jamás." Abraham más capataz arman la parranda, claman: "Más jarras, más."Acabada la hazaña, Sara apalabra a Baltazar. Van a la casa blanca. hallan acampada a la banda ATLA's HAMPA tras la barranca; Sara va amparada: la banda calla. Baltazar carga la canasta a Sara. Alcanzan la calzada, pasan la casa. Hallan a Abraham hasta atrás, mala cara, faz astada."Ah, malvada --brama--, chacal para bacanal." Abraham alza la pala. Sara salta para atrás. Baltazar avanza: "!Calma gañan! Abraham saca larga daga. Satanás atrasa a Baltazar, da armas. Salta la bala. Mata a Abraham. Las babas atascan las palabras. Abraham va al más allá. Sara calma a Baltazar. Cavan gran zanja a la sala para lanzar al carcamal. Sara alaba la talla a Baltazar. Van a la cama, jalan la manta. La mañana aclara las gargantas, cantan, danzan. Baltazar abraza a Sara: "Amada hada," la llama.
Reciban un caluroso abrazo de El Sátiro Satanás.

1 comentario:

  1. Querido Satanás, no le voy a negar que a esta humilde admiradora suya, al principio le costó un poquito entender este texto, pero una vez
    releido le puedo decir que lo encontré francamente muy sabio. Por lo cual le ruego, que, si tiene más de ellos, los siga publicando.

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