lunes, 5 de abril de 2010

EN EL MAR LA VIDA ES MÁS SABROSA...

Después de tanto meditar acerca del lugar donde quería vacacionar, terminé por solidarizarme con la gran mayoría de los habitantes de la Ciudad de México, aquellos a los cuales los salarios mínimos (ínfimos, para mayor exactitud) ya no alcanzan para vacacionar en las paradisiacas playas de Cancún y Acapulco y por lo tanto se tienen que conformar con las playas artificiales, que en un arranque de extravagante inspiración, el jefe de gobierno de D. F., Marcelo Ebrard, mandó crear en sitios estratégicos de la contaminada ciudad, siguiendo concienzudamente las reglas de aquello que reza: "al pueblo: pan y circo".

Pues bien... después de elegir mi traje de baño conforme a lo que dicta la moda, me lancé a la playa y para ello tuve que sufrir uno que otro pisotón en el abigarrado metro. Cuando llegué a mi destino, me percaté que si no fuera por las influencias que tengo con el delegado de Azcapotzalco, no hubiera podido echarme una nadadita, pues para alcanzar lugar hay que llegar aproximadamente a las 4 de la mañana y para ello deben salir de sus casas por ahí de las 2 de la madrugada, eso sí, con su llantita y su cama inflables bajo el brazo.

Este ingenuo diablo que les cuenta sus avatares, creía que el "realismo mágico" era sólo parte de "Cien Años de Soledad" o de "El Llano en Llamas", o en el peor de los casos, lo que ví en la "playa", únicamente podía ser producto de la imaginación de Don Gabriel, no me refiero a García Márquez, sino a Gabriel Vargas, creador de "La Familia Burrón"... pero no, ahí estaban... centenares de individuos de todos los sexos, estaturas y colores, la gran mayoría tan obesos que parecían emanados del pincel de Botero, todos ellos nadando por demás alegres y conformes, en un caldo humano que a fuego lento se cocinaba en esas albercotas inflables que en su conjunto contenían aproximadamente 4 millones de litros de agua, mientras muchas colonias de la gran ciudad no cuentan con el preciado líquido ni para cepillarse los dientes... ¿y la arena?...pues se la fueron a robar de las verdaderas playas de Veracruz. El costo... más o menos 20 millones de pesos, que por supuesto se pagan con los impuestos de miles de capitalinos que se torturan a diario con la pregunta ¿qué vamos a comer?

Pero en fin, ya estaba ahí y había que disfrutar el momento, así que aprovechando la melodía que se escapaba casi a fuerza de una radio cercana y que decía más o menos así: "...que una concha nos sirva de abrigo, con música de brisa y adornos de coral; y al vaivén de las olas tranquilas, los peces de colores nos lleven a pasear..." , en ese sublime momento cerré los ojos y cuando después de un rato los abrí, no supe ni cómo, pero estaba yo, el Sátiro Satanás, bien abrasado de una lindísima sirena (como la de Rigo Tovar), bueno, no estaba tan linda, pero de que tenía lo suyo, lo tenía...

Al medio día y con un hambre de todos los diablos y las nalquitas bien asoleadas, salí del agua y pude saborear todo tipo de fritangas: quesadillas, pambazos, taquitos dorados, tortas de romeritos y por supuesto una cerveza bien fría de cuyo precio no hablo, pero estuvieron a punto de cobrármela en euros.

Cansado de tanto "vacacionar", hoy decidí regresar al infierno y lo que me quedó claro en estos días de asueto es que mi infierno no es el único...

Y a ustedes ¿cómo les fue? cuéntenme.

Ya en la tranquilidad de mi alcoba estoy leyendo APOCALIPSTICK de Carlos Monsiváis, obra que les recomiendo ampliamente si quieren saber más de las deliciosas extravagancias del Distrito Federal.

Besitos y hasta la próxima.


4 comentarios:

  1. Hola Don diablo... (no el de Bosé).
    Le platico, yo me di una vueltita por una de las playas más famosas de este hermoso Estado, ya no sé si le digo estado al Estado o a mi hermoso estado de ebriedad en que tuve que entrar... si, es que para soportar lo que ahi vi, mejor me tomé medio litro de tequila, casi de jalón, es pa' tomar valor, le platico...
    Imagínese usted que se mete al agua saladita, ya que el sol estaba en pleno apogéo, está ahi, esquivando las olas, y las acompañadas también, me cansé y salí a darle un traguito a mi tequlita, y de repente volteo hacia abajo y veo mis rodillas NOOOOOO!!!!!! pintadas de chapopote, aunque usted no lo crea, y así más bañistas, pero muchos, que tristeza, ese mar está todito contaminado, y pensar que no es por un derrame de algún carguero, sino por las plataformas que están cercanas, así que querido diablito con vestido azul, que vía crucis estaría más gacho, el tuyo o el mío?

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  2. pos viendo las cosas como están, creo que yo también necesito darme valor así que voy por una botellita de tequila y salud... ¿o sea quelas pejeplayas están mejor? como dice Brozo:¡¡¡ooorrraaaleee!!!

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  3. ¿Tequila? ayyy Señor Diablo y Sr. Primer Ministro del Infierno Beto, no van compartirlo con toda la concurrencia infernal??

    Querido Sátiro, ya se que usted me va a decir que a mi edad, no debo tomar semejante bebida, que a mi lo que me corresponde es una inocente limonada. Pero, viendo cómo está el mundo "vacacional", o me tomo un tequila "pa ahogar las penas", o me "ahogo" de toxicidad en mares y piscinas. Usted decide el veredicto final, pero, por favor, sea indulgente con esta pobre aprendiz de diablo. Un tequilita, por favor, si?

    Atentamente.
    Beth-La niña de las trencitas con lacitos de color rojo

    (Dése cuenta, he dicho ROJO, y no "azul celeste". Hasta en el color de los lacitos le guardo fidelidad.

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  4. Saludos para todos y pues vaya aventura que vivieron pero eso es lo que se vive en el D.F. y en las playas por desgracia ya sea por el descuido o por la avaricia de las autoridades mexicanas y aun falta los desechos de los pescadores y de los propios bañistas que tambien hacen lo suyo por eso es mejor quedarse a descansar en su casa e imaginarse que esta en un lugar paradisiaco con su cheve o tequila su abanico o clima y su silla o hamaca mas comoda y una buena musica saaallluuuudd para todos y que esten bien de parte del Dr. Housee

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