Toc...toc...¿hay alguien?

¡¡Ayy cielos!!! oh no, perdonen por esta expresión tan poco apropiada. Empiezo de nuevo: ¡¡Ayyy infiernos!! ¿Qué está ocurriendo? ¿Dónde están las demoniacas tropas?, seguro salieron con urgencia a emprender una misión y no me avisaron. Y, no, no me quejo, ya que yo sólo soy una pequeña aprendiz de diablo. De hecho todavia no me han crecido aún los cuernos y la colita aunque ya está asomando, no hasta el punto de que sea visible con facilidad. Pero sé que si sigo con mi empeño de aprender de mis tutores demoniacos ¡¡lo conseguiré!! y ayudaré a propagar la magistrales clases de filosofia (mezcladas con sabia ironia) que se imparten en el infierno.

Por lo pronto, y si me permiten, voy a echar un vistazo por el catalejo. Si, ese instrumento que se halla en una de las esquinitas del infierno y nos permite controlar sin ser vistos, lo que sucede allí afuera, sobre todo en eso que llaman cielo. Seguro que allí deben estar preparando nuevos ataques propagandísticos, nuevas estrategias para distraer la atención de los graves agravios y desastrosas acciones de sus autodenominados representantes en la Tierra. ¿Con amigos (seguidores) así, quien necesita enemigos?