LIBRE DE CULPA

Queridos pecadores y pecadoras:

Desde mis cálidos aposentos les envío un abrasador abrazo y respondiendo a la pregunta ¿dónde diablos está el sátiro Satanás? os digo que después de una larga ausencia , aún convaleciente y habiéndome librado de las garras del estrés y la depresión que me han mantenido en cama implorando la presencia del Dr. Housse, estoy de regreso.

Si pensaban que el diablo no se enferma, están muy errados, ¿acaso creen que no me afecta el hecho de que miles de mortales exclamen: "¡Esto es cosa del diablo!", cuando les sacude algún terremoto, les inunda un tsunami o cualquier otra desgracia provocada por las fuerzas naturales les llena de espanto, dolor y nerviosismo?

Últimamente también yo he temblado, ya no por las réplicas de los terremotos que llegan hasta acá, sino por la hipotermia que me provoca la enfermedad, porque como podrán imaginar, aquí en el infierno es imposible padecer por fiebre.

"Cosa del diablo" ¿qué les pasa? ¿que fea costumbre la suya de endosarme cualquier desgracia que ocurre? ¿De qué se trata? no crean que gozo con tanta mala noticia, yo también me deprimo, el estrés me tiene a punto del infarto, además, a mi en nada me favorecen las cifras tan altas de decesos y mis clientes favoritos se encuentran en las filas de la política y el narcotráfico, así que querida Alicia, no desespereis que ando cazando muy de cerca a ratotas de dos patas de la calaña de Rodríguez Zapatero y Felipe Calderón.

Con tantas preocupaciones y enfermedad no he tenido tiempo de coger una escoba, así que agradezco a la personita que hizo favor de limpiar el blog y para que no me olviden les comparto unas fotografías: en una estoy reposando en la intimidad de mi cama y en la otra estoy dando una cordial bienvenida a una linda chica que murió con tal de conocerme, está conmigo el nuevo prefecto del averno, quien aprende con entusiasmo todo lo que un buen pupilo del sátiro Satanás debe conocer.

Reciban besitos.