jueves, 18 de marzo de 2010

VIOLINISTA DEL INFIERNO

Hoy amanecí nostálgico, pensando que hace tiempo mis castos oídos no se deleitan con la música de mi violinista predilecto; sin embargo, esta ocasión no me refiero a Paganini, sino al buen León Felipe, quien a veces me visita, claro, previo papeleo e intercambio cultural con los señores de la competencia celestial, pues como comprenderán, la de este poeta, es un alma que no me pude ganar.
Como no he conseguido el salvoconducto para la visita (cada vez hay más burocracia en el cielo) y San Pedro no me puede ver ni en pintura, me quedaré con las ganas y a ustedes les dejo mientras tanto este poema, prueba fehaciente de que el infierno, mi infierno, muchas veces se queda frío comparado con otros infiernos que en la Tierra conoceis muy bien.
OH, ESTE VIEJO Y ROTO VIOLÍN
Esos poetas infernales,
Dante, Blake, Rimbaud...
Que hablen más bajo...
¡Que se callen!
Hoy
cualquier habitante de la tierra
sabe mucho más del infierno
que esos tres poetas juntos.
Ya sé que Dante toca muy bien el violín...
¡Oh, el gran virtuoso!...
Pero que no pretenda ahora
con sus tercetos maravillosos
y sus endecasílabos perfectos
asustar a ese niño judío
que está ahí, desgajado de sus padres...
Y solo.
¡Solo!
Aguardando su turno
en los hornos crematorios de Auschwitz.
Dante... tú bajaste a los infiernos
con Virgilio de la mano
(Virgilio, "gran cicerone")
y aquello vuestro de la Divina Comedia
fue una aventura divertida
de música y turismo.
Esto es otra cosa... otra cosa...
¿Cómo te explicaré?
¡Si no tienes imaginación!
Tú... no tienes imaginación,
Acuérdate que en tu "Infierno"
no hay un niño siquiera...
Y ese que ves ahí...
Está solo
¡Solo! Sin cicerone...
Esperando que se abran las puertas del infierno
que tú ¡pobre florentino!
No pudiste siquiera imaginar.
Esto es otra cosa... ¿cómo te diré?
¡Mira! Este lugar donde no se puede tocar el violín.
Aquí se rompen las cuerdas de todos
los violines del mundo.
¿Me habéis entendido, poetas infernales?
Virgilio, Dante, Blake, Rimbaud...
¡Hablad más bajo!
¡Tocad más bajo!... ¡Chist!...
¡¡Callaos!!
Yo también soy un gran violinista...
y he tocado en el infierno muchas veces...
Pero ahora aquí...
Rompo mi violín... y me callo.
León Felipe

¡¡¡¡Oooupppsss....!!!! Si rompió el violín, creo que ya me fregué....

Hasta la próxima je je je

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