7:19
Hoy no tengo palabras porque el recuerdo duele.
Los edificios se convierten en tumbas,
cada piedra aprisiona,
los teléfonos callan,
los semáforos se apagan,
las historias y sueños quedan rotos.
No sabemos hacia dónde ir
con nuestro grito ahogado, los ojos muy abiertos,
las cabezas bajas y las manos ensangrentadas.
Por los desaparecidos, por los huérfanos,
por los escombros del alma, por los héroes anónimos,
por la solidaridad de propios y extranjeros,
por todo esto y por lo que no puedo expresar,
hoy derramo una solitaria y callada lágrima,
porque hoy estoy de luto.
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